El Camino de Santiago por Arzúa
Capilla de Fonte Santa
Molino, capilla, fuente y río conforman el paraje de la Fonte Santa, donde parece que el tiempo se detuvo para darnos a conocer la antigüedad.
La capillita, algo escondida en medio de la robleda, junto con la fuente y el molino, conforman un entorno donde las prácticas paganas y cristianas de milagros y curaciones están siempre presentes.
Según los dichos populares, la fuente dejó de manar cuando alguien quiso hacer negocio cobrándosela a los que la necesitaban para recuperar su salud y eliminar la enfermedad.
A la fuente se le atribuyen toda clase de milagros y propiedades curativas. Sus aguas son sanadoras de las quemaduras, abren el apetito y quitan las penas.
También cuenta la tradición que los peregrinos que quedaban tullidos a causa de las llagas que se les formaban en los pies, acudían a lavarlos a la fuente y enseguida se les curaban y podían seguir el camino a los pocos días.